La presidente Cristina Kirchner ha mandado desclasificar el informe Rattenbach, poniendolo en el centro de la escena a 30 años de la Gloriosa Gesta de Malvinas. Con este simple acto muestra la verdad escondida tras las palabras altisonantes y los gestos vacios: Se continúa con la desmalvinización y muestran mas voluntad de enfrentar a los ocupantes los hermanos del Mercosur que este gobierno al que se le deben expulsar con manifestaciones los barcos ingleses de nuestros puertos. Ya no se trata de que política se empleará para recuperar nuestras Malvinas. Aca hay resentimiento setentista hacía nuestras Fuerzas Armadas y desprecio para los que dieron su sangre combatiendo por el suelo argentino. No hay mucho que argumentar, solo escucharla:
"La historia demuestra claramente que aquello (la guerra) no fue una decisión del pueblo argentino, sino una decisión de una junta desesperada por tapar una realidad que había sido destapada por un grupo de mujeres de pañuelo blanco que buscaban a sus hijos y sus nietos"
Esto no lo dijo David Cameron, lo dijo Cristina Kirchner. Y lo que sigue, para los que puedan dudar, es lo que dijo al respecto Abelardo Ramos:
EL INFORME RATTENBACH Vendido a Mayor Precio que su Valor Verdadero
Noviembre 23 de 1983.-
La comisión Rattenbach pide la pena de muerte para los tres oficiales que decidieron la ocupación de las Malvinas. El pedido pinta de cuerpo entero a Rattenbach y colegas. Y pensar que pasaron largos años de sus carreras cantando el Himno ante todos los mástiles de la República para pedir calma, finalmente, cuando llegó la hora de marchar y morir. Ahora dicen que se trata de una "aventura militar inoportuna". ¡Y la Nación ha gastado montañas de buenos sueldos para empollar generales herbívoros, que tiemblan ante Occidente y sólo piden muerte o prisión perpetua para sus camaradas!. Sin embargo, detrás de las penas que piden para Galtieri está el propósito de enterrar para siempre la memoria colectiva el hecho prodigioso e imborrable de que luchamos en desigualdad de condiciones con los dos imperios más poderosos y pérfidos de la tierra.
Triste misión la de Rattenbach. Con los chismes de Casino, y acopio de errores técnicos, improvisación, cobardía, -en suma, gajes de toda guerra-, quieren sepultar, con la benevolencia de la "opinión mundial", a los jóvenes héroes que enrojecieron con su sangre el mar austral y eclipsar el giro espectacular de la perdida conciencia nacional de toda la América Latina, puesta de pie cuando tronaron los cañones de la Argentina. Esa es la victoria política que obtuvimos sobre Gran Bretaña y es justamente esa victoria la que desean nublar estos tristes redactores del informe Rattenbach. No me extraña en absoluto. ¿No es el mismo Brigadier Rey que firmó el decreto como integrante de la dictadura de Lanusse, otorgando a la Reina de Gran Bretaña el laudo para resolver el problema del Beagle? Ahora pretende condenar a muerte a los que guerrearon contra Inglaterra. "Vaya usted a hacer Patria con esa gente", dijo Bolívar, refiriéndose en su tiempo a sujetos semejantes.
El imperialismo mundial, simulador incesante de las "formas democráticas", quiere poner la mano sobre nuestro uranio enriquecido, que nos sitúa como el único país del Tercer Mundo que se encuentra en el umbral de la revolución científica y tecnológica de nuestra época, si sabemos avanzar más allá; y quiere apoderarse de nuestras empresas estatales para cobrarse la deuda externa.
El informe de Rattenbach se incluye, lo sepan o no deplorables autores, en esa campaña mundial para inferiorizar a los argentinos.
Pero no van a prevalecer, me atrevo a asegurarlo.
JORGE ABELARDO RAMOS