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Estimado Norberto, te cuento. Estaba escribiendo Malvinas a Sangre y Fuego cuando me atacaron con la infame calumnia de la venta de cigarrillos. No soy nada propenso a la depresión, pero así y todo la onda expansiva de ese canallesco brulote ahogó mis ganas de seguir trabajando el libro. Le entregué a la hoy desaparecida Editorial Abril el texto que había pergeñado hasta ese momento, - poco más que un borrador, - y dejé que decidiera lo que haría con él. Decidió publicarlo igual. Y aunque el libro no fue bien recibido por la prensa, tuvo éxito: agotó una tirada de 85 mil ejemplares. Algo muy gratificante, por cierto: a pesar de todas las imputaciones que llovían sobre mi persona, no había perdido credibilidad a los ojos de bastante gente.
Sin embargo, me quedaba una deuda prorrogada: había dejado demasiadas cosas en el tintero, me faltaba volver a hablar con decenas de combatientes después de su retorno, corroborar y contraponer muchos datos y, sobre todo, aclarar unas cuantas situaciones, cuya visión en definitiva sólo se alcanza con la perspectiva que da el tiempo. Esa deuda es la que pretendo saldar en la presente nueva edición, corregida y aumentada, que - creo - contiene mucha información hasta ahora desconocida de la guerra de Malvinas.En cuanto a Perona, lo haría con mucho gusto, pero nunca he tenido ningun contacto con él. Animate con Carballo, que es una persona muy accesible. Sólo hay que embocar que esté en Buenos Aires. Un abrazo.
Sin embargo, me quedaba una deuda prorrogada: había dejado demasiadas cosas en el tintero, me faltaba volver a hablar con decenas de combatientes después de su retorno, corroborar y contraponer muchos datos y, sobre todo, aclarar unas cuantas situaciones, cuya visión en definitiva sólo se alcanza con la perspectiva que da el tiempo. Esa deuda es la que pretendo saldar en la presente nueva edición, corregida y aumentada, que - creo - contiene mucha información hasta ahora desconocida de la guerra de Malvinas.En cuanto a Perona, lo haría con mucho gusto, pero nunca he tenido ningun contacto con él. Animate con Carballo, que es una persona muy accesible. Sólo hay que embocar que esté en Buenos Aires. Un abrazo.
