Lo de TN lo vi a la madrugada, tardé tres minutos en darme cuenta que eran cuatro pelagatos y que no saben como se escribe Malvinas, si con ve corta o be larga. Ninguno rescatable.
Dejo un artículo sobre Villegas y Tríes; yo creo que si se hiciera la película del GAA4 como la del RIM3 competirían palmo a palmo las huestes del "chuly" Rodriguez con las de Gabino Suarez!!!
Malvinas: un rescate en la larga noche del final.
Manuel Villegas y Esteban Tries, dos veteranos de guerra, narran el conmovedor salvataje que los unió hasta hoy. Las cuentas pendientes, el kirchnerismo, la diplomacia y la memoria.
“Yo ya estoy listo”. Mal herido, el sargento Manuel Villegas se dirigió a su pequeña y maltrecha tropa, con la que podría haber sido su última orden: “Sigan tirando ustedes, no se preocupen por mi”. La noche del 14 de junio de 1982 era hielo. El final de la guerra en Malvinas era inminente, pero Villegas veía que lo inminente era, en realidad, el final de su propia vida.
Casi 30 años después de aquella travesía, el veterano de guerra Esteban Tríes y su sargento, Manuel Villegas, se reunieron con Cronista.com para profundizar ese relato.
“La noche del 13, cerca de la medianoche, veíamos el fuego cerca, era el ataque final hacia Puerto Argentino. Nos ordenaron ir a un territorio que ni conocíamos y donde se veía que era un infierno”, relata Tríes y apunta datos geográficos precisos. “Nos decían que estábamos ganando pero los tiros se escuchaban cada vez más cerca. Yo me decía: acá hay algo que no me cierra”.
Fue en ese fuego cruzado donde el sargento Villegas resultó dos veces herido. “El inglés no me mató, porque estratégicamente no le convenía, el peso de un tipo mal herido ocupa dos soldados más para que se hagan cargo”, recuerda el sargento.
Efectivamente, la estrategia inglesa no falló. Contra la voluntad de Villegas, que pedía a Tries que le dé un tiro de gracia así “el asunto” terminaba ahí, éste llamó a otro compañero de apellido Serrezuela y juntos emprendieron el camino que le devolvería la vida hasta hoy.
Pese a que el sargento era un joven de 23 años, tenía un cuerpo macizo y voluminoso. Pero nada de eso importó a Tries y Serrezuela, quienes cargaron a su superior a lo largo de 7 kilómetros hasta llegar a un puesto sanitario donde fue operado.
Era la madrugada. Terminaba la guerra con Inglaterra y comenzaba una nueva etapa en la vida de estos soldados.
Cuenta pendiente.
En vísperas de conmemorar los 30 años de la guerra, el aniversario obliga a una reflexión profunda que incluya esa experiencia social en los relatos nacionales sobre el pasado. La historia del conflicto de Malvinas contada en clave épico-patriótica (como se enseña en la escuela) no alcanza con su paleta para ver todos los matices de este suceso.
Así lo remarcan Tries y Villegas, quienes pese a que se muestran entusiasmados por el interés suscitado en la “cuestión Malvinas”, piden una política de Estado que integre diferentes puntos. Por un lado, las reiteradas exigencias de los veteranos: un sistema de salud, una pensión digna y ayuda para sus familiares. Pedidos que trascienden a los gobiernos. “Los hacemos desde la época del gobierno militar. Ahora, de a poco empezamos a conseguir algunas cosas para aquellos ex combatientes olvidados. Pero todo es gracias a nuestro trabajo, ningún gobierno nos dio nada”, explica Tries.
Otro aspecto del reclamo es la Guerra de Malvinas como objeto de estudio en las escuelas. Buscan que se incluyan los valores, sentimientos y vivencias de sus protagonistas. “Queremos contar lo que se vivió en esa época en el terreno más íntimo y humano. No queremos que los historiadores escriban asumiendo que saben lo que sentimos”.
El kirchnerismo, la diplomacia y la memoria.
Ni políticas de seducción ni maniobras diplomáticas tibias. Protagonistas corporales y directos de la crueldad de la guerra, exigen medidas activas y firmes para obligar a Gran Bretaña a dialogar.
“Cuando estuvimos en las islas fue muy duro ver flamear otra bandera. Y triste ver el usufructo que hacen de ese lugar los barcos pesqueros, los buques con turistas, las plataformas petroleras. Por eso nos sorprendió cuando la Presidenta ofreció tres vuelos por semana para los habitantes de Malvinas. Ojalá que pudiéramos cortar todo tipo de conexión,” propone firmemente Villegas.
Tríes delinea una caracterización y una táctica: “Durante todos estos años Gran Bretaña no quiso largar las Islas, ¿por qué? Por los recursos. Y nosotros seguimos pensando si un borracho nos mandó a la guerra en el 82. Seguimos con esa idiotez, viendo en chiquito. Hay que entender que Europa necesita Malvinas. Y la única manera de confrontar es con una América del Sur unida y provocándole un gasto económico a Inglaterra con el mantenimiento de las plataformas petroleras, por ejemplo”.
Respecto a las medidas impulsadas por el Gobierno de limitar los lazos comerciales con Inglaterra, los ex combatientes son hasta duros: “Para la cámara de televisión se pueden decir muchas cosas. Pero no nos olvidemos que no somos un país independiente, la globalización existe. Tampoco nos olvidemos que el Sur está vendido a capitales ingleses en gran parte. Así que de a ratos parecería una utopía imaginar que se puede negociar las Islas cuando tenemos vendida la Patagonia. Pero no importa, nosotros vamos a seguir luchando en honor a los que ofrecieron su vida por Malvinas”.
Fuente: El Cronista por María José Giovo y Daniel Salman 29-03-2012