Ya hemos visto que faltaban aviones de combate.¿También armas y munición?
Claro que sí, pero "reciclamos" todo lo que teníamos. Por ejemplo, utilizamos las ametralladoras de aviones dados de baja-pesadas y grandes-como material antiaéreo. También hablé con la gente de FAMAE y les pregunté si podían transformar bombas de mortero de seis o siete kilos de peso, en bombas aéreas. Me dijeron que no como la espoleta no funcionaba al lanzar la bomba desde el aire, tenían que diseñar una especial. Contacté entonces a Carlos Cardoen, quien rápidamente diseñó una espoleta y una bomba y a los quince días llegó hasta mi oficina en el Diego Portales, con una maleta. La gente de seguridad lo paró por supuesto: "¿A donde va Señor?" "Vengo a ver al general Matthei". "Que lleva en esa maleta?" "Bombas". ¡Imagínese la que se armó! Prácticamente tuve que bajar a buscarlo... Y era cierto: Llegó con catorce bombas. De inmediato, pedí un helicóptero y volamos hasta Peldehue a fin de probarlas. Como todas funcionaron bien, después de hablar de precios le encargué 22 mil "para antes de ayer". Me preguntó para qué las quería y le contesté "para joder"....por eso Cardoen les puso la PJ-1, una bomba que se conoce en todas partes como la PJ-1
Por lo que usted cuenta, al parecer no tenían demaciado poder destructivo...
Tenían bastante poder destructivo, pero el problema es que había que lanzarlas "al ojo". La idea era volar de noche hacia cualquier parte y tirarlas en cuanto viéramos una luz abajo, de vehiculo o de lo que fuera. podíamos llevar un canasto de bombas para tirarlas cuando se nos viniera en ganas, con tal de que no pudieran dormir. La intención era molestar de alguna forma al enemigo, hasta que reventara. No íbamos a quedarnos llorando ante la falta de munición o de aviones. Era importante mantener la moral en alto.